Según estudios científicos el perro es el lobo domesticado. Es un hecho que todos los perros tienen el mismo origen evolutivo y el mismo ADN que el lobo gris, han heredado el código genético idéntico de este cánido. Por lo cual, como sus antepasados y su misma especie, los perros son carnívoros. Las características anatómicas son claras: dientes afilados y puntiagudos, para desgarrar carne y mandíbulas con una abertura amplia. Su intestino corto con un valor de ácido y pH alto en el estómago puede digerir y metabolizar el alimento alto en proteínas. En los miles de años desde que empezamos con la domesticación de este carnívoro cánido, su comportamiento alimenticio no ha cambiado casi nada.

Por esto es biológicamente relevante la comida natural, basada en carne. No sorprende, que todas las razas de perros no solo pueden comer lo mismo que sus antepasados, sino que lo necesitan para su buena salud. El lobo dentro de su perro necesita carne, como el carnívoro salvaje necesita su proteína cárnica para crecer y vivir en condiciones. Siendo depredador, los antepasados de nuestro perro, no solo comían carne. Independientemente de su entorno y estación del año, también se alimentaba de vísceras como, la panza, llena de hierbas y vegetales predigeridos, líquidos corporales y piel. La dieta incluía además, gusanos, insectos, pescado, ratones, roedores pequeños, raíces, bayas, hierbas y frutas.